lunes, 13 de marzo de 2023

LARREA 2023. SILENCIO Y ORACIÓN PARA LA PASCUA

 

LARREA 2023. 

SILENCIO Y ORACIÓN PARA LA PASCUA




El pasado 3 de marzo comenzó en la Casa de Espiritualidad de Larrea en Amorebieta de los Carmelitas Descalzos de la Provincia de San Joaquín de Navarra, un retiro de fin de semana organizado por la Orden Seglar de los Carmelitas Descalzos de esa Provincia, abierto a la familia carmelitana. En total estábamos 40 participantes llegados de distintos puntos de la Provincia. En algunos casos pertenecientes a Comunidades de la Orden Seglar en Santander, Bilbao, Vitoria, Calahorra y Pamplona. Otros que se unieron a esta iniciativa y todos, porque Jesús así lo había querido. El padre Antonio Viguri, una vez más, fue el encargado de acompañarnos, motivarnos, ayudarnos...


Larrea nuevamente nos esperaba, aunque todavía guardaba un poco a puerta cerrada el esplendor de su huerta, paseo de kiwis, manzanos, flores.... Es que el invierno no acabado, la primavera se veía asomar con timidez, bueno casi ni se veía. También en Larrea, como en tantos sitios de donde veníamos, ha hecho frío. El domingo grado y medio bajo cero. Se comentaba que no era usual en estas fechas.


Llegamos en la tarde y nuevamente nos acogió el saludo del reencuentro para muchos que repetíamos una vez más. Un guion con el programa del contenido que íbamos a vivir nos puso en marcha. De esta manera, a las 20:00 horas oramos en la capilla Vísperas seguidas de una Eucaristía. La cena nos ayudó a terminar las presentaciones, saludos y un poco de puesta al día en nuestras vidas y terminada ésta, comenzó el silencio que se mantuvo hasta el final del encuentro con un paréntesis: la cena del sábado, después del Sacramento del Perdón. Silencio que según el Padre Viguri es esencial para dejar espacio a Jesús. Vivimos con incesante ruido, por otra parte, necesario, pero es buena la experiencia del silencio desde la oración para darnos la oportunidad de descubrir que nuestra vida no es solo hacia el exterior, sino que también hay vida y mucha en el interior, que es donde encontraremos a Jesús.





Las motivaciones, todas ellas de la mano de Teresita de Liseux, nos ayudaron a descubrir el regalo de la conversión entendida como una gracia de Dios, como una respuesta a su llamada. Nos invita a reconocernos pecadores y, a la vez, a la esperanza y alegría con el gran descubrimiento del Dios de la Misericordia. Nos dirá el Padre en la presentación: “Es bueno sentirnos pequeños y necesitados de la bondad y de la misericordia de Abbá. Y Teresita nos hablará de su caminito, en el que tiene un gran aliado: Jesús, “no alejar nunca mi alma de la mirada de Jesús” MsA21vºó22rº.


El sábado por la tarde fue el momento para la Liturgia Penitencial. Varios padres ayudaron al padre Antonio para hacer más ágil el acto. De esta manera después de recibir el Sacramento del perdón, continuamos la tarde con una Eucaristía participada. La Palabra nuevamente se nos regaló para el caminito, para la vida. Después de la cena, la Exposición del Santísimo que crea una intimidad como si estuvieras a solas delante de El y a la vez muy unida espiritualmente a todos lo que allí están, pone punto final al sábado y víspera del último día.


El domingo, la motivación del Padre, rato de oración en silencio, la última Eucaristía y el comienzo de las despedidas de algunos que tenían que anticipar un poco la marcha. La comida puso punto final al encuentro.


Quiero agradecer en nombre de todos a la Orden Seglar de San Joaquín de Navarra por organizar estos encuentros, a los padres Carmelitas por poner a nuestra disposición un lugar tan privilegiado como es Larrea para vivirlos. A las hermanas que nos cuidan en la estancia. La ayuda de todos es imposible en la marcha del encuentro, pero a los que lo hicieron, doy las gracias, especialmente a José Carlos y sus instrumentos que, ayudado por Evaristo, acompañaron la liturgia con música. También agradecer a María, la sacristana, por su ayuda para que todo estuviera a punto. Gracias, padre Viguri, una vez más has sido un gran compañero de viaje. Por último, agradecerte a ti Jesús que hiciste posible el encuentro y ojalá también hayas querido que una vez que te hemos descubierto en el silencio, ahora, cada día, nos ayudes a llevarte a la vida.


AMPARO ESPARZA, OCDS PAMPLONA